jueves, agosto 31, 2006
Cada uno encuentra la inspiración donde puede
No es un niño con un oso de peluche al que le habla y con el que juega. No. Es el hombre que hay detrás, capaz de crear las historias más divertidas con cuatro trazos de aspecto simple y explicar las ideas más profundas con cinco frases de tono infantil. Me he permitido el lujo de traducirlo, por si alguien no comprende el inglés original.
Y llega gratis al buzón de correo a diario, aunque están todas las viñetas en la estantería. Cada día, una inspiración.
jueves, agosto 24, 2006
Desde hoy tenemos un planeta menos
Pues hoy habrá uno menos. No, nadie ha subido a la cúpula celesta y lo ha borrado para provocar desazón en los observadores del cielo, sino que unos señores que saben mucho mucho de ésto han decidido que el pequeño y lejano Plutón (seguro que el becario de alguna agencia o periódico hispano deja el nombre de Pluto, sería gracioso) ya no tenga la categoría de planeta, sino de otra cosa.
Así que a repasar la lista, todos juntos. Los objetos celestes de nuestro Sistema Solar con nombre propio organizados por categorías segúnb publica el diario El País, son:
Los Planetas Enanos
La resolución votada hoy por la IAU establece tres tipos de cuerpos celestes, los "planetas", los "planetas enanos" y los "cuerpos pequeños del Sistema Solar". Tres de los cuerpos que estaban dentro de la polémica caen dentro de esta categoría.
Plutón era hasta ayer el planeta más pequeño, frío y distante del Sol -a casi 6.000 millones de kilómetros-, su diámetro es de 2,300 kilómetros y su temperatura media superficial llega a los 215 grados bajo cero. Fue descubierto en 1930 y se caracteriza porque su órbita, cruza la de Neptuno y se sitúa más cerca del Sol por periódos de veinte años.
Plutón está aún sin visitar, sólo la sonda Pioneer 10 de la NASA, lanzada al espacio en 1973, sobrepasó su órbita en 1993. El 19 de enero de 2006, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EEUU (NASA) envió la cápsula Nuevos Horizontes para analizarlo y se espera que llegue a mediados de 2015.
La hasta hoy considerada luna de Plutón, Caronte, cae en la definición de planetas enanos, según la clasificación adoptada por la Union Internacional de Astrónomos. Este cuerpo junto con Plutón podría terminar siendo considerados un sistema planetario binario, dado que Caronte no orbita a Plutón, si no que los dos cuerpos se orbitan mutuamente.
2003AU313, también llamado Xena, en honor a un programa televisivo cuya protagonista es una princesa guerrera de este nombre, fue fotografiado por primera vez el 31 de octubre del 2003 en el observatorio Palomar, del Instituto de Tecnología de California. Sus descubridores, Mike Brown, Chad Trujillo y David Rabinowitz propusieron que, dado que era de al menos el mismo tamaño que Plutón, fuera reconocido como planeta. Asunto que contribuyó a aumentar el debate acerca de la definición de este término. El nombre final de este cuerpo celeste aún no ha sido decidido. Este objeto tiene un satélite llamado 'Gabrielle'.
Otros cuatro objetos celestes de menor tamaño y aún mas lejos que Plutón caerían en la definición de 'planeta enano', sus nombres son 2005FY9, 2003EL61, Sedna, y Quaoar, estos tienen un diámetro de entre la mitad y tres cuartas partes la de Plutón.
Los ocho Planetas
El planeta más cercano al Sol es Mercurio, su superficie está cubierta de cráteres y debido a esta cercanía, es el que sufre los mayores cambios de temperatura, que oscilan entre los 430 grados centígrados de día y los 180 grados bajo cero de noche. Es el segundo más pequeño del Sistema Solar, después de Plutón, con un diámetro un 40% más pequeño que el de la Tierra y un 40% más grande que el de la Luna.
Venus es el segundo planeta en orden creciente de distancia al Sol. La estrella matutina de los poetas es el objeto más brillante del cielo, después de la Luna y el Sol. Su atmósfera se compone principalmente de dióxido de carbono (96%) y nitrógeno (tres%).
La Tierra es el tercer planeta más próximo al Sol, del que está distanciada una media de casi 150 millones de kilómetros. Su diámetro -12.756 kilómetros- es poco mayor que el de Venus y su atmósfera está compuesta de nitrógeno (77%), oxígeno (21%) y otros compuestos (2%), lo que le permite la existencia de vida en su superficie. La órbita que describe el planeta respecto al Sol dura 365,256 días, y la rotación completa sobre si misma, 23,9 horas.
El cuarto del Sistema Solar y el séptimo en cuanto a masa es Marte. Recibe el nombre del dios romano de la guerra y es conocido como el Planeta Rojo por sus tonos rosados y posee dos satélites que lo rodean, Phobos y Deimos.
El siguiente, Júpiter es el planeta más grande del Sistema Solar y rota a gran velocidad: un día dura 9 horas, 50 minutos y 24 segundos. Está compuesto de hidrógeno y helio, por lo que su estado es gaseoso, y carece de superficie sólida. Este planeta posee un sistema de anillos y 28 lunas, cuatro de las cuales fueron descubiertas en 1610 el astrónomo italiano Galileo Galilei: Io, Genímedes, Calixto y Europa.
El sexto, Saturno, es conocido por sus brillantes anillos y es el segundo más grande del sistema y el menos denso. Gira a una elevada velocidad, lo que provoca el achatamiento de sus polos. Además es, después de Júpiter, el planeta del sistema solar con más lunas a su alrededor, 31 en total.
Urano, descubierto en 1781, tiene una coloración verdosa debido a la presencia de metano en su atmósfera. Cuenta con 27 satélites conocidos y posee un eje de rotación tan inclinado que incluso llega a tener los polos prácticamente en el plano de la elíptica.
Neptuno es ahora el último planeta del sistema, descubierto en 1846, es el tercero más grande tras Júpiter y Saturno. Sobre él orbitan trece satélites y al igual que Urano, es verdoso por la presencia de metano en su atmósfera.
Palabra de Luis Foix
Sin permiso pero con respeto, copio y pego el artículo de ayer de D. Luis Foix en La Vanguardia.
Grandes imperios, pequeñas naciones
23/08/2006 - 19:43 horas
Antes de ser sometidos al martilleo habitual de tertulianos,
analistas, periodistas tribales, políticos que anuncian tragedias,
rupturas, Apocalipsis y demás desgracias, les recomiendo la lectura
del libro de Josep M. Colomer, 'Grans imperis, petites nacions', que
fue galardonado con el premio de Ensayo de la Fundació Ramon Trias
Fargas.
Colomer es un politólogo viajado y leído. Se maneja con los datos que
ofrece la historia del mundo y los relaciona con perspectiva y
distanciamiento. Me recuerda el método seguido por el gran historiador
Arnold Toynbee que en su enciclopédica obra presenta el auge y la
caída de las civilizaciones superando las nociones de las naciones
estado y los criterios étnicos y religiosos para estudiar con el
criterio que ofrecen los siglos la reformulación de comunidades,
fronteras, naciones, estados e imperios.
No es una casualidad que al término de la última Guerra Mundial la
organización que se crea en California para evitar nuevas guerras se
llamara Naciones Unidas, de la que forman parte solamente estados,
muchos de ellos fracasados y muchos otros protegidos por el paraguas
de grandes unidades que clasifica al comienzo de este milenio por
orden de importancia demográfica: China, India, Europa, Estados
Unidos, Indonesia, Brasil, Pakistán, Rusia, Bangladesh y Japón.
En estos grandes espacios se organizan las unidades menores, ya sean
estados, naciones o simplemente grupos tribales unidos por razones
étnicas, religiosas, económicas o políticas. La historia de los
últimos setenta años muestra que el mundo se ha fragmentado hasta el
punto que el número de estados representados en las Naciones Unidas se
ha casi quintuplicado desde su fundación en 1945.
Los estados son las unidades imprescindibles para organizar la
convivencia mundial o para fomentar las cientos de guerras locales o
regionales que se han producido en los últimos sesenta años. El
concepto de nación estado nace de la Paz de Westfalia de 1648. Tienen
legitimidad jurídica y actúan en nombre de todos sus ciudadanos.
Pero con contadas excepciones como es el caso de Francia y China, los
estados han tenido que ceder sus pretensiones monolíticas y han tenido
que ir cediendo poder, competencias, autogobiernos a unidades más
pequeñas para mejorar la gestión y prestar un mejor servicio a las
gentes que representan.
El gran auge registrado en España se debe a muchas causas. Una de
ellas es que ha habido paz política y paz social y el país ha
progresado. Otra razón es que el poder se ha descentralizado y la
libertad de los ciudadanos ha podido ser ejercitada disminuyendo la
burocracia y haciendo realidad lo que ya los griegos experimentaron
hace más de dos mil años siguiendo las tesis de Aristóteles cuando
decía que una comunidad política (polis) tenía que ser lo
suficientemente pequeña para que los ciudadanos se pudieran conocer
personalmente y reunirse en asamblea escuchando a los oradores y
participar directamente en las deliberaciones sobre los asuntos
públicos.
El estado nación no va a desaparecer en mucho tiempo. Pero sus
funciones han sido modificadas sustancialmente. Han cedido soberanía
hacia instituciones más amplias, el caso de la Unión Europea es
emblemático, o han aceptado la fragmentación de grandes territorios
que se han convertido a su vez en pequeños o grandes estados, como ha
ocurrido con la desmembración de la Unión Soviética.
Los agoreros sobre la unidad de España son los que identifican a otras
personas o territorios principalmente por su lugar de residencia y no
por sus características profesionales, culturales o históricas. Son
los que piensan que la unidad española sólo puede entenderse desde
Madrid sin tener en cuenta que la riqueza, la actividad económica y el
peso demográfico están en el Levante español.
Esta unidad de España así entendida no tiene futuro sino tiene en
cuenta la realidad en otros territorios peninsulares que han hecho
posible el éxito del estado autonómico creado a partir de la
Constitución de 1978.
Termina su ensayo Colomer diciendo que una pequeña nación como
Catalunya sólo podrá fortalecer su autogobierno democrático de forma
viable si fortalece su europeismo, su atlantismo y el uso de lenguas
francas como el inglés. Yo añado que sin despreciar el castellano, que
también es otra lengua franca y muy extendida en el mundo, que los
catalanes no pueden cometer el error de abandonar.
El problema es que Europa, la Unión Europea, vive momentos de
estancamiento, de confusión y de incertidumbre. Si los estados
reclamaran las cesiones de competencias cedidas a Bruselas la noción
del Estado español homogéneo y unitario, las naciones pequeñas, la
mayoría de ciudadanos europeos, perderían los autogobiernos que tanto
progreso han generado.
domingo, agosto 06, 2006
La Tierra ha cambiado
Es algo más trivial, aunque en realidad tampoco. Ahora se publica que el tsunami que asoló las costas de una docena de países hace un año y medio, provocando tantas víctimas y un ataque de pánico pluscuamperfecto en las sensibles mentalidades occidentales, por la desaparición de algunas de las playas de veraneo favoritas, fue provocado por un corrimiento de tierra que, efectivamente, ha cambiado las características de la Tierra.
IBLNews' trae la explicación de la falla.
Los satélites confirman los cambios que sufrió la Tierra tras el 'tsunami
Dos satélites de la NASA han confirmado los cambios sufridos por la Tierra tras el seísmo que provocó una gran ola que se cobró casi 250.000 vidas en diciembre de 2004, y que afectó a 12 países ribereños del océano Índico, según revela un estudio difundido por la revista 'Science'.
Aquel movimiento sísmico, que tuvo una magnitud de 9,1 puntos en la escala de Richter, ocurrió como resultado de la traslación de dos placas continentales sobre una falla en el lecho marino del océano Índico que provocaron un 'tsunami' (ola gigante), indicó el estudio.
El terremoto elevó el fondo marino varios metros sobre una superficie de miles de kilómetros cuadrados, según el informe preparado por científicos de la Escuela de Ciencias Geológicas en la Universidad estatal de Ohio.
'Hemos determinado que el terremoto provocó al menos dos cambios en la estructura geológica de la región', explicó Shin-Chan Han, uno de los investigadores.
Primero, el seísmo causó un levantamiento masivo del fondo marino y la geometría de la región. Al mismo tiempo, alteró las medidas previas correspondientes a esa zona registradas por el satélite de posicionamiento global (GPS).
Por otra parte, la traslación de las placas continentales modificó la densidad de las rocas, lo cual produce una alteración gravitatoria detectable, señaló Han.
Esos cambios fueron detectados por los satélites GRACE (Experimento Climático y de Recuperación de la Gravedad), que desde hace cuatro años recogen mediciones gravitatorias terrestres.
Ambos circundan la Tierra a 300 y 500 kilómetros de altura cada uno y a una distancia entre sí de unos 220 kilómetros.