jueves, septiembre 01, 2005

Hoy es el día


Hoy empieza el resto de mi vida.

No, no es porque esté en paradero desconocido por haber utilizado un maravilloso dibujo de Nacho para encabezar esta entrada. Él los regala y yo los uso. Le he hecho caso y he dormido todo lo que he podido, he hecho siesta desde las cuatro (de la mañana) hasta las 3 (del mediodía), aunque esa ha sido la más larga. He dormido a cuenta, aunque hay quien me dice que así no se vale, que así no sirve.

Porque mañana madrugo. Después de... iba a decir un mes, pero no es correcto, en New York madrugué muchas veces. Pero no es lo mismo. Ya tú sabes.

El caso es que hoy vuelvo a ese despacho. A esa facultad. A esa universidad. Al trabajo.

Ya son 15 años y, después de tanto tiempo, creí que aún me quedarían ganas. Cada día son menos, confieso, y no porque me haya cansado de los allumnos. Es la decimoquinta promoción de estudiantes de periodismo con la que me voy a enfrentar. Muchos son, pardiez, miles.

Pesan los años. Pero pesan, más, la putadas.

En cualquier caso, seré positivo como me gusta serlo y me dedicaré a trabajar en lo mío. A ir a la mía. Miraré mi ombligo, que sigue demasiado prominente por la comida americana. Me preocuparé de lo importante allí, que son las clases.

Ese es el propósito de este primero de septiembre en el que regreso al trabajo.

¿Será el último?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Celes, ya contarás al final en qué queda todo eso de tu trabajo.
Gracias por seguir mis consejos y publicar mi dibujo. Al final, dominaré el mundo. Así, chino-chano.

Besitos.