lunes, febrero 04, 2008

Por qué (me) gusta Juno

El viernes por la tarde / noche vimos Juno, la película de Jason Reitman que ha sorprendido a muchos, servidor incluido. No habríamos ido a verla si no estuviera en la lista de los oscares jolibudiendes, por supuesto, pero al ser un sujeto pasivo ideal para la propaganda cinematográfica norteamericana, de la misma manera que lo son (casi) todos los que me rodean, el interés ha ido creciendo según se leían / veían / escuchaban fragmentos del film por doquier.

Por lo tanto, lo vimos. Y nos gusto,

Por razones variadas. Alberto quedó muy gratamente sorprendido de la música, que es "muy de su palo", decía. Por la parte que me tocas, disfruté mucho con las actuaciones de los dos chavales (Ellen Page tiene 20 años, ya no es tal, pero todo el rato parece tener 16), que encarnan roles estupendamente bien construidos. Los diálogos entre Juno y Paulie son frescos, emocionantes, directos, divertidos, inocentes, espontáneos... todo lo que esperas de un adolescente más listo que sus semejantes pero todavía no transformado en un pedante adulto.

El guión tiene el mérito, grande obviamente, de transformar una circunstancia que podría ser trágica (el embarazo de una adolescente) en un elemento a través del cual se negocian las reacciones de los adultos, los que saben y los que entienden, sin astracanes ni gritos ni sermones. La chavala tendrá al niño, y se lo dará a otra mujer que no puede ser madre natural, y cada una de ellas seguirá con su vida. Una decisión madura y responsable, y creíble sin embargo, ya que los jóvenes protagonistas no son héroes ni víctimas, no son ideales ni pretenden serlo, sino que piensan (yo no dudo que lo hagan en el mundo real, aunque las pruebas contra mi forma de ver las cosas sean constantes y muchos adultos lo consideren imposible) y actúan como lo que son. Y lo hacen bien.

Los adultos aquí son testigos no más. Los padres de Juno, bondadosos y comprensivos de una manera muy natural, sin ser lumbreras ni intelectuales resabidos. Los padres adoptivos, propductos paradigmáticos de la middle upper class americana que vive en las urbanizaciones cerradas aisladas del mundo, resultan engreídos y distantes al principio, temerosos de una nueva decepción; se tornan en interesante y después imbécil él, y estúpida pero sin embargo entregada y cómplice ella al final.

Esta es una película pequeñita. No tiene pretensiones, no busca proclamar nada. Juega con la sensatez en un discurso final paternal que he leído a algunos calificar de sermón (no me lo parece) y con el reconocimiento del amor adolescente, inocente y vivo él. Tan lejano a lo que tenemos los mayores, desgraciadamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esa movie esta de hueva, para ver jovenes rednecks pendejos mejor me voy a cali de vacaciones, ademas la morra esa es un clon chafa de aDaria, ha Daria esa si estaba chida