Una de las mejores cosas que tiene el trabajo en Conta Conta es la gente. La fiesta del viernes por la noche fue divertida, con momentos realmente memorables. Y estábamos (casi) todos, así que pasábamos de largo del centenar. La retratadora oficial tuvo a bien hacerme caso y apensa sacó mi rostro en imagen, pero las chicas insistieron (poco, ciertamente), y me fotografié con gusto junto a ellas.
Por orden en el que fueron tomados los retratos. Primero, con Maria Isabel:
Después, con Ana.
Y, por último, con las chicas Conta. Unos cielos, ellas.
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