Leo hoy en El País que existe un sistema, que se ha puesto en marcha en varias localidades españolas y en muchas europeas, que permite facilitar el tránsito de la basura entre el cubo de casa y el depósito donde la almacenan / procesan / loquesea que hagan con la basura.
Lo ha puesto en marcha una empresa que se llama Envac y es muy sencillito, como muestra el gráfico de aquí al lado. Sólo hay que llenar la ciudad de agujeros para que la basura viaje por el subterráneo metropolitano, no se vea, no huela y el ruido de los camiones no moleste.
Porque el tema no es que produzcamos una cantidad SALVAJE de basura, no. Que somos muy modernos y la modernidad se mide por la cantidad de deshechos que produciimos. Fìjense ustedes en las sociedades antiguas y apreciarán que tirar tirar, lo que se dice tirar, no tiraban casi nada, mientras que nosotros lo tiramos casi todo. Aquí lo importante, para las empresas, las instituciones y el acomodadísimo ciudadano occidental, es que no se vea, que no huela, que no moleste.
A esta marcha, antes nos ahogamos en nuestra propia mierda (muy civilizada, eso sí) que matamos al planeta con nuestros gases.
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